top of page
Buscar

Desconectando del móvil (y sobreviviendo).

  • Foto del escritor: Andrea Miralles
    Andrea Miralles
  • 2 sept 2019
  • 4 Min. de lectura

Soy totalmente consciente de un problema que tengo. Estoy enganchada al móvil. Un problema del primer mundo en pleno siglo XXI, pero al fin y al cabo, un problema, que puede ser bastante serio.


Mi primer móvil lo tuve a los 9 años porque sí o sí quería un móvil, aunque la verdad no sabía muy bien para qué. Lo único que hacía era jugar al juego de la serpiente y recibir llamadas de mi madre. Pero yo estaba feliz, con mi móvil, que siempre llevaba en la mano cuando iba por la calle.


Este último dato ya estaba vaticinando mi relación tóxica con los móviles. Mi adicción al móvil con el paso de los años se volvió más intensa: Con el cambio del prepago a una tarifa tenía internet en el móvil, vino WhatsApp, vino Instagram (menos mal que Tuenti nunca llegó a ser una App...), vinieron 1000 aplicaciones más para cuando ya no tenía nada que ver en Instagram irme a otra cosa, y luego volver a Instagram... Un círculo vicioso. Y el móvil en la mano cuando iba por la calle, obviamente.







Ser Community Manager


Hace poco más de un año que decidí que dentro del sector de la Publicidad me iba a especializar en la gestión de redes sociales. Que es muy guay. Pero si ya estás bastante enganchada al móvil, lo único que te falta es tener que engancharte aún más por trabajo.


Ser Community Manager me dificulta el poder ponerme en serio con el inicio de mi desintoxicación digital. Pero... estos días he descubierto que ha sido una excusa todo este tiempo.


Porque existen tres tipos de personas:

- Las que tienen un problema y no son capaces de admitirlo, o simplemente ni siquiera se han dado cuenta.

- Las que tienen un problema, lo admiten, pero no hacen nada por cambiarlo ( Yo durante este último año: 'Estoy enganchada al móvil pero es que trabajo con él, cómo no voy a estar enganchada?')

- Las que tienen un problema y buscan soluciones, o no les queda otro remedio... Que es lo que me ha pasado a mí.


El 'drama' de este finde


El sábado cuando terminé de trabajar, a los 10 minutos de salir me di cuenta que me había dejado el cargador, y no iba a volver hasta el martes.


*inciso: desde hace dos semanas tengo móvil nuevo! Es un Xiaomi que va de lujo, a diferencia de mi anterior móvil que ya tenía 5 años y dos caídas diarias. Por tanto, en estas últimas dos semanas mi consumo de móvil aún había aumentado más, como cuando te compras unas deportivas nuevas y las usas hasta para dormir.


Miré cuánto me quedaba de batería: 'Oh no, 50 %'. Los cargadores de Xiaomi no son como los típicos de Android y solo tengo uno que estaba (está) en el trabajo. Me dije: 'Un 25% entre esta noche y el domingo, y un 25% para el lunes, podré hacerlo, ponlo en modo avión y míralo de vez en cuando, no necesitas más.' Aunque el móvil es nuevo y la batería durá muchísimo, creédme que en una mañana puedo fulminar el 100% de la batería.


Y cuál ha sido mi sorpresa? Que no he muerto! Dramatismos a parte, además de eso he sacado algunas conclusiones:


1. Cuando miro la tele no le presto atención porque estoy con el móvil. Ayer estuve viendo un capítulo de 'Caso Abierto' que ya 'había visto' pero hace un tiempo no me pareció nada interesante porque simplemente no me estaba enterando de nada. Y ayer me encantó. Y esta situación se extrapola a todas las demás situaciones. Si estás pendiente del móvil no estás pendiente de nada más.


2. Las 4 o 5 veces que me quité el modo avión para mirar Instagram, el algoritmo me mostraba a la gente que me interesaba, y ya no necesitaba ver más. En este sentido, cuando nos pasamos todo el día ahí metidos al final llega un momento en el que entramos por entrar, por el más puro aburrimiento de ver lo que la gente está haciendo (mientras, tú estás haciendo 'nada') y probablemente el 70% de ese contenido nos dé bastante igual.


3. Utilizar el móvil antes de irme a dormir me altera el sueño, y no hacerlo me hace caer rendida a los 5 minutos, pero de una forma exagerada, lo juro. Sé que no descubro nada nuevo pero es algo que por fin he podido comprobar por mi misma.


4. Fui a la playa y me leí un libro. En la vida había hecho eso.


5. Soy perfectamente capaz de ir sin el móvil en la mano cuando voy por la calle. Es algo a lo que estoy muy acostumbrada y no tiene ningún sentido. Es como si me gusta mucho escribir con bolis rosas y siempre voy con un boli rosa en la mano cuando voy por la calle. Me encantaría saber si soy la única que tiene esta manía!


No es una desconexión total, lo sé, pero eso sería estar en contra del móvil y de las redes sociales al 100% y no quiero caer en extremismos. Las tecnologías están para hacernos la vida mejor, incluso para crear trabajos nuevos como es el perfil del Community Manager! Pero tenemos que utilizarlas con cautela sin dejar que nos absorba, que la vida real está a fuera, no en una pequeña pantalla!


A las 12:47 de hoy me queda un 23% de batería y un día por delante que sí o sí tiene que durar porque sino mañana no me va a sonar la alarma para ir a trabajar... Y comprarme un cargador nuevo por un día no es una opción!


Sé que hoy lo voy a hacer bien, la duda es: ¿Qué ocurrirá cuándo recupere el cargador? Os lo cuento en el próximo post :)

 
 
 

Comments


bottom of page